Vigesimonoveno día del onceavo mes del
decimotercer año del segundo milenio.
Alcalá de Henares (Madrid)
Desde ayer en tierra de D. Miguel de Cervantes
Saavedra…, pero hoy sería nuestro primer día de clases en esta bella ciudad
Patrimonio de la Humanidad…
Lo primero del día sería hablar del
lugar en el que nos encontrábamos y su importancia en la historia de la literatura
de la humanidad… Desde hoy, lo primero que verían mis alumnos al entrar a clase
sería el más importante libro escrito jamás…, y en torno a él, y a sus
personajes, giraría gran parte de todo lo que se trabajara en clase….
Tras las presentaciones, cada uno
recibiría las instrucciones necesarias para realizar sus tareas, a excepción de
MS y GA, que ya tenían muy claro lo que tendrían que hacer (repasos y
quincenas).
Los pequeños continuarían con sus
fichas individualizadas de grafomotricidad, y dispondrían de tiempo para poder
colorear y dibujar una vez que las acabaran. El estado de ánimo de mis alumnos
los días de traslado suele ser bastante “alterado” (normalmente por el ruido
creado mientras los operarios trabajan para levantar la carpa), así que lo mejor,
si ellos mismos se ven con la necesidad de dibujar y “desconectar” porque, como
dicen, “no se concentran”, es dejarles que se expresen y aprendan de una forma
más lúdica para ellos.
AS y ÁQ también tendrían una mañana
tranquila, y la pasarían toda prácticamente con el ordenador. A ellos les
propondría una idea que creía les gustaría (tal y como resulto al final),
aunque tenía mis dudas sobre si se podría llevar a cabo finalmente.
Al igual que les presenté a todos El
Quijote, a ellos también les presentaría “Nuestro Camaleón”, una revista
escolar digital.
La idea sería ofrecerles la posibilidad de crear una
revista escolar del colegio del circo a partir del segundo trimestre (y que
incluso fuera publicada y editada), y para ello podrían coger ideas de la
revista que les ofrecía. Esta idea les motivaría enormemente, y mientras “le
echaban un vistazo” podrían haciendo también su trabajo diario:
- Lengua
Castellana, a través de la lectura de diferentes tipos de textos…
- Conocimiento
del Medio, al poder descubrir qué tipo de animal es un camaleón, su hábitat,
etc.
- Razonamiento
lógico-matemático, con los pasatiempos que se encontrarían en las últimas páginas
de la revista.
- Educación Física,
con páginas dedicadas a noticias deportivas…
- Educación
para la Salud, con artículos sobre alimentos saludables…
- Educación
para la Ciudadanía y valores, a través de otros tantos artículos…
La revista, y la idea de poder crear
ellos la suya propia, les resultarían tan interesantes que llegarían a la hora
del recreo sin darse cuenta.
Tras ese descanso todos tendrían la oportunidad
de aprender jugando.
DI y EP utilizarían de nuevo el libro del circo, que
ya hubieron utilizado en anteriores ocasiones, para repasar el conteo y
trabajar tanto la memoria como la atención, ya que deberían localizar en sus
páginas objetos, animales y personas que ya habrían localizado en anteriores
ocasiones.
Después de haber estado haciendo cierto esfuerzo
mental, aprovecharíamos el buen tiempo para jugar y aprender Matemáticas, a
través de la Educación Física, y para ello utilizaríamos las sillas del bar del
circo. Sería una actividad muy sencilla y entretenida, ya que se trataría de mover
las sillas para contarlas y agruparlas en un conjunto determinado de número
(grupos de tres, cuatro…). Y para concluir, y a modo de vuelta a la calma, haríamos
una pequeña introducción a la suma con unos juegos de sombras sobra una de las
paredes del colegio.
Mientras los pequeños fueran haciendo todo esto, por
su parte, AS y ÁQ trabajarían aspectos relacionados con el cuerpo humano.
Haciendo uso del ordenador, y a través de juegos digitales interactivos,
deberían buscar el nombre de diferentes huesos, músculos, articulaciones, y de
las principales partes del aparato digestivo y respiratorio, pero no sólo en
castellano, sino también en inglés.
Luego, cuando hubieran concluido, y para continuar
con el repaso y aprendizaje de vocabulario de inglés y castellano, jugarían a
intercambiarse una lista de palabras (cada uno la escribiría en su lengua
materna) con la intención de devolvérsela al compañero con la respuesta y
traducción correcta a cada una de esas palabras.
De esta forma, entre juegos, no nos daríamos cuenta
de que la hora de volver a casa llegó…