25/11/2013
Lunes.
Vigesimoquinto día del onceavo mes del
decimotercer año del segundo milenio.
Mejorada del Campo (Madrid)
Hoy, volveríamos a ese lugar en el que tanto les
gusta estar, la Biblioteca Municipal Hans Christian Andersen. Pero no sólo para
leer, sino que también aprovecharíamos las instalaciones de gerontogimnasia que
están en el parque justo en su puerta para hacer Educación Física.
La mañana comenzó como cada día con actividades para
cada uno de ellos. Los mayores, como siempre, lo tenían muy claro, quincenas y
repasos. Para AS y ÁQ había preparado un “esquema” de cómo debían realizar las
multiplicaciones con multiplicadores de más de una cifra, y evidentemente
algunas multiplicaciones para que practicaran.
Los más pequeños también tendrían sus fichas
personalizadas. DI volvería a la grafía del número 1, y trabajaría la
discriminación de letras, en su caso las de su propio nombre. Para ello, e
intentando que mantuviera toda la atención y motivación posible para realizarla
le preparé unas fichas en las que aparecían motos, su pasión. La verdad que
surgió efecto, las hizo bastante bien y sin perder la concentración.
EP por su parte, para seguir trabajando con la
grafomotricidad, tendría que completar una ficha en la que aparecía escrita una
frase con su nombre, y aunque no sepa leer sí sabe reconocer y discriminar su
nombre y apellidos. La motivación para ella estaba en las famosas muñecas o
dibujos Monster High.
Con este reparto de actividades y disponiendo de
tiempo para poder atender las necesidades de cada uno de ellos en los momentos
en los que requerían de mi ayuda, llegamos al recreo, que sería algo más largo hoy
porque iríamos a compartirlo con los “compañeros” del otro cole, así que,
mientras pasaban esos minutos de más que había entre nuestra hora de recreo y
la del C. P. Henares, aproveché para ir hablando con ellos sobre el desarrollo
de las clases, la metodología que estábamos utilizando, etc., con la intención
de tener una evaluación de ellos sobre mi trabajo. Así, haciéndole a ÁQ algunas
preguntas sobre su escolarización en Estados Unidos descubrí que él allí comenzó
este curso en 4º nivel (hay que recordar que ÁQ se incorporó a nuestro sistema
educativo en octubre y que ya había empezado en Estados Unidos el nuevo curso),
algo que me “rompió los esquemas” respecto a la información que me habían
ofrecido en el Ministerio. Un alumno al que habían matriculado en 5º cuando
realmente el curso anterior había estado cursando 3º (en Estados Unidos). Así es
normal que no funcionen muchas cosas...
Quedándose MS y GA en el aula para trabajar sin ser
molestados por los pequeños, saldríamos para el C. P. Henares para poder
compartir con sus alumnos la media hora de su recreo (hoy los míos tendrían
sesión doble de recreo, jajajajajaja…).
Tras estos momentos de “socialización”, nos
dirigimos a la Biblioteca Municipal para pasar un buen rato leyendo. Cada uno
eligió un libro y se sumergió en las aventuras que en ellos se contaban.
Mientras AS elegía un libro de temática histórica, ÁQ prefería un historia que
giraba en torno al fútbol, interesándose por un libro de magia después de
acabar el primero. Los más pequeños (con mi “asesoramiento”) se decidirían por
un libro desplegable con el que trabajar conceptos y adjetivos como largo,
alto, grande, pequeño…
Acabada la hora de lectura, placentera más que
obligada, nos saldríamos al parque para llevar a cabo un circuito dedicado al
trabajo de fuerza de tren superior e inferior, y al equilibrio estático y
dinámico. Los mayores (AS y ÁQ) lo harían con los aparatos de gerontogimnasia,
mientras que los pequeños lo harían utilizando un pequeño parque infantil
cercano a esos aparatos. Pero también habría momentos en los que trabajarían
juntos, incluso habría momentos en los que yo también tomaría parte para presentarles
e introducirles el Acrosport, actividad planteada para ser desarrollada a lo
largo del curso con la intención de poder montar una pequeña coreografía que
fuera parte del show del circo a final de curso.
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