21/10/2013
Lunes.
Vigesimoprimer día del décimo mes del
decimotercer año del segundo milenio.
Villaviciosa de Odón (Madrid)
Hoy sería nuestro último día en Villaviciosa, y del mismo modo también me había propuesto que fuera el último día para las evaluaciones iniciales de matemáticas para GA, AS y ÁQ.
Las pruebas de evaluación inicial de matemáticas de hoy
me harían sentirme algo más cerca de casa, ya que iba a utilizar unas pruebas
confeccionadas por el Centro de Profesores de Jerez de la Frontera y adaptadas
para uno de los centros públicos de Chipiona (al ladito de casa). Esta prueba
sólo sería para AS y ÁQ. A GA le daría una prueba de evaluación inicial para 1º
de ESO.
Los tres estuvieron trabajando de manera muy
aplicada en sus tareas, tanto que incluso AS acabó pronto con su prueba, así
que, como también lo tenía previsto, le di la de 1º de ESO para que intentara
hacer lo que pudiera.
Mientras ellos hacían sus actividades evaluadores, MS
dedicó la primera parte de la mañana a intentar ponerse en contacto con algunos
de los profesores del CIDEAD para intentar enviarles algunas de las quincenas
que el día anterior no se pudieron enviar (cuando le cumplía el plazo), unas
por problemas con la plataforma educativa del CIDEAD y otras porque no le dio
tiempo a finalizar (todo hay que decirlo). Por esto último también tenía
previsto sentarme con él al final del día y hablar un poco con él para cargarle
las pilas (o ponérselas más bien, jajajajaja…)
Por otro lado los pequeños EP y DI volvían a llenar
de colores las pálidas hojas en blanco que les iba dando para que expresaran
sus “filias” y “fobias”. Algo que comenzaba a “extrañarme” era que DI, en la
gran mayoría de las ocasiones, siempre elegía colores oscuros para cualquier
dibujo o garabato que hacía. En un principio me pareció algo curioso, ya que
siempre que dibujaba o coloreaba algo utilizaba el amarillo y el negro, los
colores del circo, pero luego ya me di cuenta que poco a poco lo iba haciendo
cada más con el negro o gris, dejando de lado al amarillo. Sería incluso
curioso destacar que hasta para la pizarra (la pizarra verde de toda la vida)
utiliza el marrón. Esto me hizo llegar a muchas conclusiones y a comenzar a
plantearme que si seguía así quizás tendría que eliminar de su estuche algunos
colores para obligarlo a utilizar otros más adecuados.
En el recreo apareció por primera vez en escena un
balón, y ahí fue cuando decidí que después de tantas evaluaciones iniciales y
tanto trabajo mental, los chavales se merecían un rato de juego, pero no un
rato de juego pegándole patadas a un balón, no, al finalizar el recreo tendríamos
la primera clase de Educación Física, que aunque tenía planteado hacerla de
otra forma, vi en ese balón la mejor manera de ver realmente el “ambiente” que
se respiraba en mi grupo de alumnos.
Comencé planteándoles un juego simple. Dos equipos,
cada uno de ellos con uno de los mayores, uno de los pequeños y uno de los 3er
ciclo de Primaria (yo me quedaría fuera para observarlos). Cada equipo tenía un
cono, el cual, el equipo contrario, debía intentar derribar golpeándolo con el
balón, que debía ser lanzado desde fuera de un círculo que hacía de área. El
equipo que tuviera la posesión del balón debía avanzar hacía el objetivo (cono
del equipo contrario) pasándose el balón con las manos, pero con las siguientes
normas:
- El que tiene el balón no puede moverse del sitio.
No puede correr ni andar con el balón en las manos, sino que debe pasarlo a un
compañero.
- El equipo que no tiene el balón deben intentar
interceptar los pases para evitar que el otro equipo avance.
- Siempre que alguien tenga el balón en las manos,
se le debe permitir que pase o lance, sin que se le pueda molestar ni tocar, ni
a él ni al balón.
El juego funcionó bien, y tras un buen rato decidí
que era hora de cambiar a otro. En esta ocasión el profe también jugaría.
EL nuevo juego era también muy simple. Dos equipos (yo
jugaba con los dos pequeños en mi equipo junto con AS) y había que intentar
dejar sentados en el suelo a la totalidad de miembros del otro equipo. Para
hacerlo se debía golpear con el balón a los jugadores del otro equipo por debajo
de las rodillas. Si te daban debías sentarte y tenías que esperar a que alguien
de tu equipo, o tú mismo, recuperara el balón y te lo pasara. Por lo tanto el
equipo que tuviera el balón debía intentar pasárselo entre sus jugadores y el
equipo contrario debía intentar recuperarlo.
Este juego también fue un éxito, incluso hubo que
darles más tiempo para que acabaran satisfechos…
Acabamos la clase de Educación
Física con una pequeña “ronda de prensa”… Nos sentamos todos en círculo en la
puerta de la clase. Yo tenía el balón y lancé una pregunta, que sólo podía
contestar la persona a la cual yo le daba el balón. Así, pasándonos el balón
unos a otros (para gestionar el turno de palabra) fuimos llegando de nuevo a la
calma para afrontar la última parte del día…, Educación Artística.
MS no participó en esta última hora, ya que le pedí
que avanzara con sus tareas y quincenas.
A EP y DI les dejé que “inventaran” y jugaran nuevamente
con las plastilinas (DI, como no, cogió como siempre la plastilina de color
AMARILLO… -¿de qué color es la carpa del Cirkus Kaos…?-).
Y a GA, AS y ÁQ les pedí que para esta última parte me
explicaran todo cuanto yo pudiera saber de ellos a través del dibujo (de dónde
eran, sus aficiones…). Ninguno podía mirar el dibujo del otro, ya que después cada
uno tendría que explicar a sus compañeros que quisieron expresar con sus dibujos.
La actividad fue bastante bien aceptada, las explicaciones bastante lógicas,
sinceras y naturales, y la verdad que pude dar por muy satisfactorio el
desarrollo del día. Me despedí de ellos recordándoles que al día siguiente las
clases serían por la tarde, ya que nos “mudábamos” y el cole debían instalarlo
en la nueva “plaza” (como se dice en la jerga del circo). Tan sólo me quedaba la
charla con MS…, y la verdad que después de haber hablado con él, creo que tiene
las pilas cargadas, lo que no sé es cuánto le durarán…
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